martes, 11 de agosto de 2009

LOS TRABAJADORES NO PUEDEN ESPERAR MÁS

Desde aquel 14 de mayo, fecha en que estalló esta bomba de tiempo y se pusieron de manifiesto todas las tensiones confrontacionales que ya venían asomándose tímidamente y que solo estaban a la espera del momento oportuno para exteriorizarse, muchos de los socios, accionistas y trabajadores involucrados, y hasta algunos medios de comunicación, rápidamente eligieron la trinchera desde donde empezarían a batallar por sus ideales y claro, por sus intereses.

En un principio, todo parecía ser un problema de índole privado que se resolvería con una conversación amplia y directa entre las partes, conjuntamente con unos comicios internos que se desarrollaron justamente el pasado 30 de abril (Hasta ese momento aún no entraba a tallar el grupo Wong).
Sin embargo, el problema se dilató mucho más y cada día empezaron a surgir nuevos hechos en torno a este caso, como: denuncias de irregularidades en las elecciones internas realizadas, la venta de los 50 millones de acciones a la agrupación de Erasmo y Efraín Wong, la impugnación de dicha venta por parte del grupo Bustamante y el violento desalojo de toda la directiva encabezada por Eduardo Núñez Cámara, el nombramiento, suponen algunos ilegal, de la nueva administración encabezada por Wilder Ruiz Loayza, y uno de los hechos más lastimosos y que nos motivaron a alzar nuestra voz de protesta, el despido arbitrario y el avasallamiento de los derechos laborales de un gran número de trabajadores de ambas agrupaciones, que ha permitido que no cobren sus haberes por cerca de tres meses, viéndose afectados tanto su entorno familiar como social.

La desesperación de estos hombres y mujeres que solo viven de su trabajo motivó la decisión de movilizarse hacia la misma fábrica y exigir que sus legítimos pedidos sean respetados. Sin embargo, a cambio recibieron agresiones y sobretodo, cobardes disparos que dispersaron a las multitudes, pero que llegaron a alcanzar a varios de los que formaban parte de estas marchas, sumándole a su alicaída economía, una nueva carga, como si no fuera ya suficiente todo este lío.

Es triste ver como una empresa que hasta hace poco facturaba más de cien mil millones de soles anualmente, que ha logrado mantenerse constante en el tiempo y haber resistido embates de Gobiernos que en un momento dado pretendieron incluirla en la lista de las privatizaciones, una compañía que se caracterizaba por ser una de las últimas en el país, donde el control principal la tenían sus propios trabajadores, hoy en día se encuentre en una lamentable y difícil encrucijada.

Ya el Poder Judicial viene trabajando en todo este caso, al menos creemos que así es. Desde nuestra humilde tribuna, solo invocamos y esperamos que la celeridad sea la principal característica de este proceso y que la decisión final, sea asumida con hidalguía por una u otra facción. Los cientos de trabajadores no pueden seguir esperando más.
AUTOR: JHONNEL PANASPAICO
REDACTOR GENERAL – REGIÓN LIMA NOTICIAS

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